martes, 14 de octubre de 2014

El juego interior

Timothy Gallwey escribió en 1974 un libro sobre el papel de los aspectos mentales en la práctica deportiva, y de manera muy especial del tenis -como en todos los órdenes de la vida- que resulta clarividente, útil, ilustrador. Le agradezco a un amigo que me lo hiciera llegar. De vez en cuando transcribiré algún pequeño extracto en este espacio.

[... el practicante del juego interior*1 llega a valorar el arte de la concentración relajada por encima de cualquier otra habilidad, descubre una verdadera base para la confianza en sí mismo y aprende que el secreto para ganar cualquier juego radica en no intentarlo con demasiada vehemencia.]

[... frecuentemente, un exceso de instrucciones verbales suele disminuir las probabilidades de que se produzca el tipo de corrección deseada. De esta manera, debemos aprender lo que todos los buenos profesores y todos los alumnos del tenis tienen que aprender: las imágenes son mejores que las palabras, mostrar es mejor que contar, muchas indicaciones son peores que ninguna e intentar esforzarse muchas veces produce resultados negativos.]

[... Jugar inconscientemente no quiere decir que se está jugando sin conciencia. Alguien puede estar plenamente consciente pero no está pensando, ni tampoco está intentando esforzarse demasiado. Sabe donde quiere poner la pelota pero no se esfuerza en colocarla allí. Este jugador parece inmerso en un flujo de energía que le proporciona más poder y precisión. La racha continúa hasta que el jugador se pone a pensar sobre ella e intenta mantenerla. Apenas intenta ejercer el control, lo pierde.
¿Cómo puede uno estar conscientemente inconsciente?. La mente del jugador que está "inconsciente" se encuentra tan concentrada que se halla en "calma". Su mente constituye una unidad con la actividad del cuerpo y las funciones inconscientes o automáticas están operando sin la interferencia de pensamientos. Cuando un jugador se encuentra en este estado, no hay nada que interfiera con la plena expresión de su potencial para actuar, aprender y disfrutar.
Desarrollar la capacidad para acercarse a éste estado es el objetivo del Juego Interior. El dominio del arte de la "concentración sin esfuerzo" tiene un enorme valor para cualquier cosa que uno quiera lograr.

 ¡ Deportes para ricos!   O outro día espétame un compañeiro da Facultade ao que non vía dende hai corenta anos: ¡Carallo, meu, así que agor...