(Absolutamente recomendable la web de consejos médicos On line:
www.webconsultas.com/fascitis-plantar
Con independencia de la transripción del artículo no me cansaré de coger el atajo de recomendar a todos los padeleros que analicen su pisada si están practicando muchas horas a la semana. En caso de pies planos o, por el contrario, con demasiado arco, la inflamación de la fascia es sólo cuestión de tiempo. En todo caso, para facilitar los miles de puestas en acción desde posición de parado realizadas en entrenamiento y competiciones semanales, insistir en que las zapatillas tengan un buen talonamiento, sujección y amortiguación pero que al mismo tiempo no sean excesivamente blandas. La ayuda que proporciona el ligero sobreelevamiento del talón por parte de las plantillas del doctor Mueller es impagable. Cuando ya se ha instalado el dolor, hay que parar, tratar la inflamación con frío y AINES y realizar gradualmente ejercicios de rehabilitación, Tenéis amplia bibliografía en la red. Es raro tener que llegar a la cirugía para liberar la fascia en su inserción en el talón.
[...Hasta hace poco se pensaba que este problema se encontraba asociado
únicamente a la presencia de un espolón en el talón, y aunque es cierto
que esta es una de las
causas de la fascitis plantar,
no es la única. El espolón es una protuberancia ósea formada en un lado
de la curvatura ascendente del hueso del talón o hueso calcáneo. La
presencia de esta estructura causa la inflamación de los tejidos
adyacentes, entre ellos la fascia, y al igual que la fascitis plantar
produce dolor y dificulta el desplazamiento.
La fascitis plantar se produce habitualmente por una sobrecarga
gradual y progresiva de la fascia plantar, y los factores que
predisponen a su aparición son:
- Exceso de carga en el pie causada por correr
largas distancias, especialmente en terrenos desfavorables con
pendientes pronunciadas o superficies desiguales. El empleo de un
calzado inadecuado, con la suela demasiado blanda o una sujeción
deficiente del arco plantar o del talón, puede tener las mismas
consecuencias.
- Pies planos o excesivamente arqueados.
- Exceso de peso.
- Presencia de un tendón de Aquiles tenso (el tendón de Aquiles es el que conecta los músculos de la pantorrilla al talón).
- Debilidad del músculo sóleo, que es un músculo
situado en la pantorrilla por debajo del gemelo. Este músculo es el
encargado de la flexión de la planta del pie, de modo que si se
encuentra alterado, el paciente tratará de corregir la falta modificando
su paso y pudiendo provocar así otro tipo de lesiones.
- Edad: a medida que envejecemos la fascia plantar
va perdiendo elasticidad. A esto se suma que la musculatura que
participa en el movimiento del pie también va perdiendo su fuerza, y su
capacidad de regeneración disminuye. Además, la capa de grasa presente
en el talón, y que amortigua gran parte del impacto recibido por el pie,
también disminuye, favoreciendo la aparición de lesiones en la fascia...]